miércoles, 3 de febrero de 2016

UN GAS NUCLEAR

Eran las siete y cincuenta y seis minutos de la madrugada. Iba a la escuela con Pedro y Juan. Estábamos hablando de nuestras cosas, como cada día, y de repente sonó la alarma nuclear. Pedro estaba muy nervioso porqué en la ciudad donde vivía antes, no había centrales nucleares. Empezamos a correr hacia al cole, como los demás compañeros. 

Cuando llegamos a clase, todo el mundo estaba gritando, así que el profesor nos tranquilizó. La secretaria del colegio fue clase por clase diciendo que estábamos en alerta máxima y que teníamos que ir a la sala hermética. Una vez hubieron pasado la lista para comprobar que todos estábamos presentes en la sala, el director del colegio empezó a leer el protocolo.

-Paso 1 - dijo él - ir a la sala hermética. Hecho. Paso 2, ponernos las máscaras de oxígeno.
-¡Señor director!, ¡no están en el armario! – dijo Sergio
-No, Sergio, tienes que buscar en el armario rojo, el que tiene el símbolo de material nuclear… Seguimos: paso 3, ducharse con agua y jabón para evitar contactos radioactivos y vestirse con la ropa de recambio que dejasteis a principio de curso. Paso 4, Pablo llama al 303778899 que es el teléfono de los servicios de emergencias.
-De acuerdo – dije yo (que me llamo Pablo). 

Cogí mi móvil y llamé al número que me había dicho el director. La línea estaba saturada, o al menos eso creí yo al escuchar una música de espera. Después de 13 intentos me cogieron el teléfono. Una vez les dije que les llamaba de la escuela municipal me pidieron que les pasara con mi director.
-Código avispa. Adiós, buenos días. – dijo por teléfono el director, y me devolvió el móvil. Después dijo: muy bien chicos, el simulacro ha sido un éxito. Podéis volver a vuestras clases con normalidad. 

Aniol Pagès, 2nA ESO

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario