viernes, 15 de noviembre de 2019

YA HEMOS GUARDADO EL FLOTADOR

-¡Hola a todos! Estamos aquí de nuevo, ¡en vuestro programa preferido! Como ya sabéis, hablamos con personas que tuvieron que superar algún obstáculo, y hayan podido guardar el flotador. Nosotros hablamos de guardar el flotador, porque, los flotadores en invierno no sirven para nada, y se tienen que guardar, lo mismo con las enfermedades, tienen que marcharse, hay que superarlas, ¡pero no tienen que volver en invierno!

Hoy hablaremos con un invitado muy especial, ¿que flotador ha guardado él? Ahora nos lo explica ¡que entre Carlos!
-¡Hola a todos! Yo soy Carlos y tengo diez años. Estoy muy nervioso y emocionado de estar delante de este programa.
-Nosotros también estamos muy contentos de tenerte. ¿Nos podrías explicar qué flotador has guardado?
-¡Claro! He tenido mucha suerte con la familia que me ha tocado, han tenido mucha paciencia conmigo. Hace poco tuve un problema que todos ya debéis conocer, la obesidad. Es un problema físico, sí, muchas personas se reían de mí, pero también hay consecuencias “internas”. Podía tener enfermedades con más facilidad. Para apoyarme, mis padres me ayudaron a hacer mucho deporte, que primero no lo podía resistir, pero al final, cuando ya lo pude soportar, ya había adelgazado. Me acostumbré a hacer deporte y a comer bien, y espero no volver a verme con ese problema.
Ahora me siento mucho mejor, y ya no se ríen de mí.

-Muchísimas gracias por compartir con nosotros esta gran historia, esperamos que, la audiencia y toda la gente, hayan aprendido de ti, con mucho esfuerzo todo se consigue. Para despedirnos, ¿podrías decir la frase porfavor?
-Yo ya he guardado el flotador, ¿y tú?

Mar Fontàs
2ndo A  ESO

EL PLÁSTICO

Edu, un niño de trece años, con el pelo negro y liso y de ojos de color miel, entró aquella mañana de sábado intensamente soleada en el Bazar de su barrio. ¡Madre mía! Aquello parecía su habitación antes de que, claro, como cada día, su madre le dijese que dejase los videojuegos y que la ordenara.
Entre todo aquel caos de cosas y más cosas, Edu esperaba encontrar un flotador para ir a la playa a refrescarse un poco, porque era verano y todavía no le había llegado el aire acondicionado. 

Estuvo una hora buscando, y al final lo encontró. Ahí estaba, una caja con una foto de un flotador blanco con rayas verdes, la cogió y de repente se vio flotando en el mar en su nuevo flotador. El flotador se le pinchó, en ese momento se empezó a hundir en el agua, y a medida que se iba hundiendo, vio a animales con plástico en el cuello, en las aletas, … Y cuando llegó al fondo, vio que todo estaba lleno de basura y justo debajo de sus pies, estaba su flotador.

De repente, oyó una vocecita de fondo y “despertó” de su “sueño”. Era un anciano. El dependiente de la tienda que le preguntaba si necesitaba ayuda. Edu, con mucho respeto, le dijo que no, que ya se iba, guardó el flotador en la caja y lo dejó. Justo antes de salir de la tienda, vió en la tele del Bazar que estaba hablando Greta, Greta Thunberg. Estaba diciéndoles a todos los políticos del mundo que cómo se atrevían a quitarle el futuro a ella y a todos los jóvenes del mundo, contaminando aire, tierra y mar, que cómo no se avergonzaban de sus sucios actos. 

En ese momento Edu reflexionó, y dijo en voz alta: -Greta, yo guardé el flotador en su caja, no lo compraré, no lo usaré, y no contaminaré-. Esas fueron las palabras de Edu, y desde ese día, no volvió a usar plástico.
Nil Francesch
2ndo B ESO


EL CAMPAMENTO

El fin de curso no se presentaba bien para Oliver. Entre las partidas interminables de Fortnite y las largas conversaciones por WhatsApp con sus amigos, había dejado de estudiar, malgastando su tiempo. Al ver sus notas, su madre, muy triste, decidió que lo mandaría a un campamento sin internet. A Oliver le habría gustado ir a la piscina, para presumir de su nuevo flotador que imitaba un arma de Fortnite.

De mala gana, Oliver llegó al campamento y se sorprendió al ver que no tenía tan mala pinta como se imaginaba. Había niños y niñas de su edad y monitores que repartían al horario con actividades para cada grupo organizado. A Oliver le tocó el grupo de “JUEGOS DE CARTAS”. El monitor les dijo que jugarían Kems contra Kems y les explicó cómo se juega: consistía en formar grupos o parejas e intentar emparejar las cartas. Decir una contraseña y cuando alguien del grupo la utilizaba, significaba que había hecho parejas con las cartas.

Los adversarios tienen que estar atentos a cualquier gesto. Una vez hechas las parejas, Oliver y su compañero decidieron una frase como contraseña y empezó el juego. Pasaron unos minutos y Oliver empezó a explicar:
- Como este año no voy a la piscina, he tenido que guardar el flotador para el año que viene…

Rápidamente, su amigo captó la frase y ganaron. Así Oliver, comprendió que se puede vivir sin móvil, ordenador ni televisión y que te lo puedas pasar hasta mejor.
Emilia Tudorache
2ndo A ESO