El fin de curso no se presentaba bien para Oliver. Entre las partidas interminables de Fortnite y las largas conversaciones por WhatsApp con sus amigos, había dejado de estudiar, malgastando su tiempo. Al ver sus notas, su madre, muy triste, decidió que lo mandaría a un campamento sin internet. A Oliver le habría gustado ir a la piscina, para presumir de su nuevo flotador que imitaba un arma de Fortnite.
De mala gana, Oliver llegó al campamento y se sorprendió al ver que no tenía tan mala pinta como se imaginaba. Había niños y niñas de su edad y monitores que repartían al horario con actividades para cada grupo organizado. A Oliver le tocó el grupo de “JUEGOS DE CARTAS”. El monitor les dijo que jugarían Kems contra Kems y les explicó cómo se juega: consistía en formar grupos o parejas e intentar emparejar las cartas. Decir una contraseña y cuando alguien del grupo la utilizaba, significaba que había hecho parejas con las cartas.
Los adversarios tienen que estar atentos a cualquier gesto. Una vez hechas las parejas, Oliver y su compañero decidieron una frase como contraseña y empezó el juego. Pasaron unos minutos y Oliver empezó a explicar:
- Como este año no voy a la piscina, he tenido que guardar el flotador para el año que viene…
Rápidamente, su amigo captó la frase y ganaron. Así Oliver, comprendió que se puede vivir sin móvil, ordenador ni televisión y que te lo puedas pasar hasta mejor.
Emilia Tudorache
2ndo A ESO
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