viernes, 24 de abril de 2020

TE REGALO UNA ROSA

Paula era una chica muy sociable, cariñosa y muy creativa. En cambio Iván era lo contrario, era un chico tímido, poco sociable y le costaba mostrar sus sentimientos. A Paula le gustaba mucho imaginar romances imposibles porque no creía en el feliz para siempre, y mucho menos que la princesas necesitan ser salvadas por un príncipe. 

A pesar de que no creía en los felices para siempre, tenía la esperanza de poder encontrar algo parecido a eso. Ellos se conocieron en el instituto, iban a la misma clase, pero no era muy cercanos hasta que un día les tocó hacer un trabajo juntos y se dieron la oportunidad de conocerse. Se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, y acabaron haciéndose mejores amigos. Eran inseparables, hasta que Paula se dio cuenta de que estaba enamorada de Iván y decidió distanciarse. 

Lo evitó durante mucho tiempo. Iván al ver que no hablaba con su mejor amiga, se dio cuenta que algo pasaba. Le dijo que necesitaba hablar con ella, y que era urgente. Esa misma tarde quedaron en su cafetería favorita. Iván decidió sincerarse y decirle a Paula que estaba enamorado de otra persona. Paula no pudo soportar la situación y salió corriendo, no se lo creía, así que decidió aferrarse a sus amigas. 

Al ver que estaba tan mal, la convencieron a ir a una fiesta de disfraces. Había tenido el peor día de su vida y no tenía ánimos de ir a una fiesta. Así que cuando llegaron, decidió ir a tomar el aire. Sucedió algo inesperado, se le acercó un chico y le dijo "te regalo una rosa como muestra de mi amor", al girarse se dio cuenta de que era Ivan. 

Se sorprendió muchísimo y le pidió una explicación. Él le explicó que le había mentido por miedo y que la había amado en secreto. Se arrodillo y le pidió perdón por el daño causado. Paula le perdonó y se dieron un beso de película. Paula comprendió que el amor aparece de maneras misteriosas y que ya podía decir que tenía su final feliz .

LEYLY VALLE 
2do B ESO


jueves, 23 de abril de 2020

TE REGALO UNA ROSA

Yo, este año le daría una rosa a mi abuela, ya con 81 años no sale de casa desde hace unos años para casi nada. Es la envidia de los pisos de delante, con un pequeño jardín al que sale a pasear, con un garaje que comparte con la casa de arriba y un porche con una lavadora y una antigua caja para conejos que es ya casi un recuerdo y poco más. A veces, para distraerse, habla con la madre de Tarik, que vive en aquellos pisos y con otros vecinos.

Para mí muchas veces Sant Jordi era un día muy aburrido en el que nos pasábamos toda la tarde en “Les mesures” en la Plaça Farners. Yo aburrido viendo como como la gente pasaba y escuchando como mis padres hablaban con miles de personas que yo muchas veces ni conocía y que al final comprábamos un libro que era el mejor de los peores que había para niños y luego teníamos que ir a dar a toda mi familia una rosa.

Ahora me imagino a todo el mundo en “Les mesures”, aquel criadero de palomas que antes y ahora es donde se acoge al mercado cada sábado y lunes; con aquellos bancos de piedra en los que siempre ves a niños haciendo equilibrios y en los que en Sant Jordi se sientan los vendedores, cansados, vendiendo libros y tapando su mesa de madera con la Senyera. También me imagino a chicos pidiéndote si quieres ir a su tiendecita para comprar una rosa para financiar un viaje de fin de curso… 

Este año dicen que van a posponer la diada de Sant Jordi. El 23 de abril nos veremos por pantallas y nos enviaremos píxeles de felicidad y de amor. Es la mejor manera de dar amor para todo el mundo, evitando que como la gente no sale de casa, de esta forma no puede enfermar.

Así somos, enviando una 🌹 echa de píxeles iluminados de color rojo y verde.
Parece ridículo, si no lo es, pero es lo que nos toca hacer.
PERE PAGÈS 
2do B ESO

TE REGALO UNA ROSA

La historia de amor entre mis abuelos, siempre me pareció ser una de las más bonitas. Pasada hace muchos, muchos años, cuando los sentimientos se expresaban a través de gestos y cartas de amor dejadas en lugares de lo más curiosos: entre las páginas de un libro, debajo de un banco en un parque… Los enamorados se cambiaban las cartas de amor con una ilusión indescriptible, esperando con ansias que su pareja les devolviera una a cambio… Así era el juego del amor, interminable.


Mirando hacia atrás, me doy cuenta porqué el abuelo nunca perdía la ocasión de poder regalarle una rosa a mi abuela, debido que se conocieron gracias a esa preciosa flor…


Mi abuela me contó que estaba invitada a la fiesta de una amiga, cuando conoció al abuelo. Ella estaba muy hermosa esa noche: con su pelo de color dorado cayendo sobre sus hombros, el vestido de lunares que lucía… La abuela estaba magnífica. El abuelo no formaba parte de ese grupo de amigos, pero por algún motivo fue invitado él también. La abuela ya estaba presente en la fiesta cuando, de repente, en la habitación entró un joven encantador, con una rosa maravillosa, que brillaba con su espléndido color rojo. Era muy atractivo. Se acercó a mi abuela y le ofreció la rosa. Entonces, ella señaló a su amiga para darle a entender que era a ella a quién tenía que darle la rosa, ya que era su fiesta. Pero él le respondió que no vino a la fiesta para su amiga, sino para ella, mi abuela. Y le dio la rosa, diciéndole:


- ¡Te regalo esta rosa! Cada pétalo te dirá lo mucho que te quiero.


Desde ese momento, empezó una hermosa historia de amor con paseos bajo la luz de la luna, charlas al lado del mar y perfume de rosa con pétalos de terciopelo, recordando caricias nacidas de las estrellas.


Se casaron, tuvieron muchos hijos y muchos nietos, pero recordando siempre el romántico momento que compartieron en su juventud, entre abrazos y besos al lado de un jardín lleno de rosas rojas con olor a “érase una vez”…

Emilia Tudorache
2do A ESO


TE REGALO UNA ROSA

Sant Jordi, el santo de muchas personas, el cumpleaños de otras pero para todas las parejas un día especial, único y que nada lo puede estropear. Todos dejan los problemas de lado y regalan una rosa. 

Las calles se llenan, los colegios se disfrazan y siempre encuentras los niños de sexto que se ganan la paga. Libros y rosas son los signos de la tradición una rosa que salió de un corazón muy oscuro pero que el caballero regaló. 

Este año no habrá rosas, fiesta ni teatro. Sant Jordi será un jueves, un jueves como otro de confinamiento, peleas, gritos trabajo y a dormir. Yo no quiero todo esto yo quiero un libro y una rosa. 

Cuando la regalabas...ese olor, ese perfume te dejaba hipnotizado. Quiero regalar una rosa a quien más se la merezca, no la novia (que no tengo) pero sí a esa amiga que esta ahí cuando te vienes abajo y siempre te aguanta y no te deja caer; esa que estás mal y puedes contar con ella o simplemente puedes hablarle. Hay un montón de gente que merece una rosa, pero para mí estas personas son las que merecen verdaderamente una flor: 

Las abuelas, esas personas mayores que siempre te dan el apoyo que necesitas, y que decir de tu madre... la que hace de todo y más para ayudarte, apoyarte y para que ningún miedo te gane, lucha contigo a diario, aún que sepa que tiene una muerte segura. 

Pero tampoco hay que olvidarse nunca de los amigos que también están, a veces te pueden dejar caer pero siempre bajan a buscarte; o los abuelos, en mi caso los que te hacen manualidades, los manitas de la familia, y para terminar, pero no menos importante, los padres, que son la persona más protectora, la que nunca se rinde y te intenta ayudar en lo que sea. 

Este año la rosa no llegará o será de papel pero en el corazón estará... y ellos seguirán a mi lado, siempre.

Pol Batlle
2do B ESO


miércoles, 22 de abril de 2020

TE REGALO UNA ROSA

Desde hace muchos años tengo un especial cariño a mi abuela. Ella era como mi segunda madre porqué me crié con ella y vivía con nosotros, y cada año en Sant Jordi ella me regalaba un libro de mi saga favorita con alguna más que otra prenda de ropa y yo le regalaba una rosa, era cono una tradición nuestra. Lo mismo hacían mi abuelo y mi padre… Ahora ella vive en Madrid pero cada año ella venía a visitarnos y de paso celebrar juntos Sant Jordi.

Este año por desgracia no lo podemos celebrar juntas por una parte porqueé estamos en cuarentena y por otra parte porqué le diagnosticaron la enfermedad del coronavirus. Realmente lo estoy pasando muy mal porqué ella significa todo para mí, es la persona que estuvo apoyándome junto a mis padres en mis peores momentos, y era la única persona que le tenía mucha confianza y le contaba todos mis problemas. Ella intentaba ayudarme al máximo e intentar hacerme feliz y la verdad es que se lo agradezco un montón.

Es la única persona a quien en estos momentos le mandaría una rosa y si pudiera más rosas ya que no la puedo ver y me encantaría tan solo hablar con ella por teléfono y saber cómo está y escuchar su voz. Ojalá se recupere y recuperemos todos esos años que pasábamos juntas. Espero que no le pase nada y que supere esta enfermedad porqué si le pasa algo no se que voy hacer ya que es la única abuela que tengo.

Les deseo suerte a todas las personas con enfermedades y que puedan seguir adelante. A los jóvenes que se queden a casa, que ya habrá más años para celebrar y pasar tiempo con la gente de gran aprecio. 

Desde aquí te mando un abrazo gigante abuela, te quiero muchísimo.

Amal Hamjan
2do B ESO

viernes, 17 de abril de 2020

UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Estos días se hacen eternos, un minuto parece una hora. Se me hace raro no estar con mis amigas todos los días. Mi casa se ha convertido en una prisión, cada día la misma rutina una y otra vez, parece un deja vu. Y ahora me doy cuenta lo muy alejada que estoy de mi familia, como ahora nos vemos más, parece que no encontramos muchos temas de conversación.

Desde mi habitación solo veo, las consecuencias de la cuarentena. Ahora mis amigas y yo no encontramos nunca temas de conversación, la cuarentena ha hecho que no haya nada interesante que decirnos. 


Estos días me aficionado a escribir en un cuaderno donde explico todo. En una tarde hago 9 páginas enteras, cuando tengo un boli en la mano no puedo para de escribir. No duermo mucho me despierto con grandes pesadillas que parece que hablen de que todo lo que está pasando, que vaya acabar de una mala manera. Me preocupa cómo vaya acabar todo esto.

Aunque  cuando me quiero tranquilizar pongo las canciones que más me gustan, y cuando lo hago no paro de bailar y cantar. Esa es una de las ventajas de estar que nadie te puede ver, porque nunca me atrevería a cantar en el instituto.

Pero para ser sincera quiero volver a clase porqué me lo pasaba bien, y aquí delante del ordenador cada tarea se hace eterna. Espero que todo esto se acabe pronto, pero mientras tanto seguiré con lo que tengo que hacer. Aquí en casa, encerrada.

Agustina Golnner
2do B ESO

UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Buenos días, me llamo Virus, Corona Virus. Todos me conocen desde el 2019, pero yo ya existía antes. Nací el 2006. Tengo padres, por si alguien no lo sabía, mi padre se llama corona, y mi madre virus. Antes que yo naciera, todo el mundo temía a mis padres, y desde 2019, cuando ya me descubrieron, ahora todos me tienen miedo a mí. Antes me lo pasaba mejor, porque podía salir sin que todos me temieran, y ahora… ¡Ya no puedo ni salir! 

Un día, estuve hablando con un animal. Nos hicimos muy amigos, pero nuestra amistad duró poco. Una persona lo secuestró, lo mató y se lo comió. Yo estaba muy enfadado, porque se comieron a mi mejor amigo, y por eso contagié a esta persona. Hice que le doliera la barriga y la cabeza. Y al cabo de un tiempo, de estar a su lado, contagiándolo, murió. Esa era mi venganza por lo que le hicieron a mi mejor amigo de 10 minutos. Pero después, no sé ni cómo, su mujer también se contagió, y desde ese momento el contagio ha ido creciendo. Primero un pueblecito, después todo el país, el continente, ¡y ahora ya todo el mundo! Yo no quería que nadie me descubriera, porque cuando no me conocían, no me temían, y podía salir con mis amigos tranquilamente y ahora… ¡Ya no puedo ni salir de casa! 

Por culpa de ese señor, que contagió a su pobre mujer, ahora tenemos que estar todos en cuarentena. ¡Qué aburrimiento! Y, por si fuera poco, mi casa es pequeñita, y no puedo moverme mucho. No puedo correr, no puedo hacer deporte, pero… ¡Puedo hacer yoga! Cosa que no pienso hacer. Suerte que tengo la tele… 

Como todos los adultos dicen, puedes pasar más tiempo con tu familia y no sé qué más. Pero la adolescencia, según dicen, es una época de cambios de humor y quieres pasar menos tiempo con tu familia y más con tus amigos… Yo quiero que se acabe ya la cuarentena porque ahora no puedo ver a mis amigos: la Gripe, el Resfriado, el Sars… ¡Y todos mis otros amigos! Nos llamamos de vez en cuando, pero es diferente…

Mar Fontàs
2do A ESO


miércoles, 15 de abril de 2020

UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Cuarentena, Coronavirus, confinamiento… Palabras que desde hace unos meses ya, escuchamos todo el día. En casa, parece que no hay mucho que hacer, pero cuando ya llevas unas semanas sin salir, te acostumbras, y encuentras una parte de ti que nunca había salido a la luz.


Yo pienso que tardaremos bastante en volver, entre que los hospitales se están quedando sin personal, sin equipos de protección, espacio, respiradores, etc...y  que hay gente que se salta el confinamiento, o que por ejemplo, van a comprar cada día o sacan el perro y hacen un “paseo” de cuatro quilómetros, todo esto no pinta muy bien. Creo que, desde el principio, tendrían que haber cerrado fronteras y haber puesto medidas contra el virus, y no haberse esperado a que pasara todo esto, pero bueno, ya no hay marcha atrás así que debemos seguir las órdenes que nos dan.


Durante estos días he sentido emociones muy diferentes. Durante los primeros días, cuando aún no había deberes, estaba bastante bien, un poco aburrida, pero hacía video llamadas con los amigos, y ya estaba todo arreglado. Después, durante la primera semana, estaba muy estresada y agobiada, porqué aún no me había acostumbrado ni organizado, pero ver que no era la única me ayudó. Ahora, estoy bastante bien, estoy más tranquila. ¡Hasta he empezado a hacer deporte y a tocar la guitarra! La verdad, es que creo que está muy bien que durante estos días empecemos nuevos hobbies, o sigamos con otros, que por falta de tiempo, u otros motivos, en un pasado, dejamos apartados.


¡¿Qué cómo acabará?! Pues la verdad es que no tengo ni idea, en estos momentos, nadie lo sabe, pero tengo dos teorías. La primera es lo que pensaba que pasaría hasta hace unos días, que todo esto acabaría en mayo, y luego haríamos vida normal, aún que no nos podríamos reunir muchas personas, pero hace ya unos días que he cambiado de opinión. Creo que, a lo mejor, volveremos a subir en casos, y volverá a pasar todo otra vez, lo que quiero decir, es que antes, estábamos bajando en casos, pero ahora, estamos volviendo a subir. Muy poco, es verdad, podríamos volver a bajar, pero yo creo que volveremos a subir, porqué todas las personas que lo cogieron durante el confinamiento, comenzarán a tener síntomas, y volverá a subir todo otra vez, además, con todo esto que están haciendo de dejar que algunas personas vuelvan a trabajar, se la están jugando mucho, y puede acabar muy mal.

Dènia Furroy
2doB ESO


UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Para nuestros bisabuelos, esa popular epidemia quedó en recuerdo como solamente una más. El confinamiento duró un par de meses, y en el final del trayecto, los contagiados fueron disminuyendo poco a poco, por lo que el número de fallecidos no aumentó mucho más. Supuestamente, la epidemia desapareció. Pasaron años, unos años llenos de felicidad y tranquilidad, en los que los humanos aprendimos a aprovechar el momento, frase que todo el mundo conocía. Los científicos no llegaron a descubrir el propósito y la creación de la enfermedad, pero las respuestas ya no se necesitaron cuando ellos nos dieron respuestas.
Por mi quinceavo cumpleaños, mis padres dejaron en mis manos el diario de mi bisabuelo, con el que descubrí el estilo de vida de un adolescente en el inicio de la destrucción terrestre en solamente una página.

“30/3/2020
No es nada, dicen algunos. Salgamos a la calle, tenemos que seguir con nuestras vidas, dicen otros. Los humanos somos inútiles. Estamos pasando por una epidemia, los médicos se pasan día y noche arriesgando el resto de su vida para salvar la nuestra. No sabemos lo que pasará mañana, tampoco sabemos si estaremos encerrados en casa una semana, un mes, o incluso un año más, y por esa exacta razón, el motivo por el que no tenemos idea alguna de nuestro futuro ni el que nos ha llevado hasta aquí, debemos hacer lo que el gobierno diga, aunque actualmente tengo mis sospechas de que nuestros queridos “superiores” tengan algo que ver. Todo ha pasado de una manera demasiado espontánea. Queremos un mundo mejor, ¿pues por qué no lo aplicamos? No es mucha molestia no poder ver a tus amigos, no es el fin del mundo.


22/7/2022
Aquí está la prueba de que aún no he muerto. Han pasado algunos meses desde la cuarentena, y que yo sepa, nadie ha fallecido por no poder tontear con su novia. Estas cosas pasan. El año que viene, seguramente no recordaremos esta epidemia y, eventualmente, aparecerá otra. Es la naturaleza, supongo”


Esas palabras son las últimas que escribió antes de que, unos días después, ellos llegaran.


Los Desconocidos. Así los llamamos. No sabemos lo que son, lo que planean exactamente, ni lo que han hecho antes de llegar a nuestra destrucción. Lo único que conocemos es lo que quieren. Algo falló en la creación del universo, naciendo un enemigo para los habitantes del espacio exterior. Están programados para la exterminación y el vacío, para que, en un momento u otro, todo lo que creemos se quede en el olvido. Los Desconocidos buscan la oscuridad, y saben todo lo que perjudica a cada mundo entre muchas otras cosas, y en este caso, lo que perjudica a la tierra, son los humanos. Somos absolutamente miserables. No hacemos ningún bien. Somos egoístas, no sabemos tomar decisiones, y aunque han pasado bastantes años des de que nos diéramos cuenta de nuestro destino, seguimos aquí, buscando maneras de cambiar un final determinado.





Los Desconocidos siempre han estado con nosotros, han programado cada paso, cada mente, cada hoja que cae al suelo… Hasta que se dieron cuenta, que nuestra debilidad es el caos y el desconocimiento. Pensábamos que lo sabíamos todo, hasta que, de golpe, en el año 428 a.C, apareció una de las primeras epidemias. Alboroto, llantos, muertes… Y nadie sabía qué estaba sucediendo. Y por supuesto, fueron ellos.


En el momento que los científicos descifraron su poder, los humanos más ricos económicamente se instalaron en otro planeta, mientras que las personas restantes tuvieron que vivir con un gran peso en las espaldas e intentar seguir adelante. Mi abuelo pudo seguir con su vida, viajando también a Contáneous, el planeta en el que residimos actualmente, intentando olvidar el hecho de que unos humanos exactamente como él, no tuvieron la misma suerte. Los Desconocidos crearon epidemias mortales de manera instantánea. Nos conocían, y aún nos conocen. No se han rendido, y nunca lo harán.


Mi querido bisabuelo pasó por el descubrimiento de esas criaturas, después de haber tenido una mente abierta respecto al tema del… ¿Coronavirus? Es gracioso pensar cómo la gente pensó que era difícil estar “encerrado” en una casa pasando tiempo con tu familia, disfrutando de esos pequeños momentos… He vivido en un búnquer durante toda mi vida, exactamente 34 años. Nada ni nadie ha entrado ni salido. No hemos tenido contacto físico con nadie. Aquí estamos a salvo. O eso nos quieren hacer creer.

Ariadna Burillo
2do B ESO