La vida es oro, oro es la vida. Algunos llegan a tenerlo y otros no, pero todos lo llevamos dentro. Hay ricos y pobres, pobres y ricos. Pero realmente, ¿qué es lo que hace de la vida un viaje único? Mucha gente piensa que el dinero determina la felicidad, pero si eso es cierto, ¿por qué hay pobres más felices que ricos? Puede que no se trate solo del dinero, sino de cómo vivimos la vida.
La vida es como un tren. Todos nos subimos al nacer y nos bajamos al morir. A lo largo de nuestro trayecto pueden subir muchas personas, algunas de ellas fundamentales en nuestro viaje y otras menos importantes en él. No obstante también se bajaran muchas personas. Podemos tener nuestro asiento lleno de dinero, tristeza, amor, odio… Puede que todo esto dependa del destino, pero todos nacemos con una misión que es vivir al máximo hasta llegar al final de ese trayecto. No todos, pasamos por este viaje de la misma manera. Algunos se bajan muy pronto, y otros muy tarde. Algunos dejan un gran vacío en el corazón y otros no. Algunos han vivido momentos extraordinarios dentro de este tren y otros han vivido no.
Al subirnos a este tren empieza una gran historia, que para muchos es inolvidable. A lo largo del tiempo te das cuenta de que tu estancia en el tren es distinta a la de tu compañero y a la del compañero de tu compañero. Todos vivimos nuestro trayecto de distinta manera.
Algunas personas se pasan gran parte de este trayecto viviendo de la voluntad de la gente, ya que no disponen de dinero para comprar comida, pagar una hipoteca… No obstante mucha de esta gente agradece más los buenos actos, y se lleva un buen recuerdo de este viaje. Otros personas pasan su estancia en este tren rodeados de fama, poder y dinero. Realmente, nunca llegan a ser felices, ya que siempre desean más de lo que ya tienen. Estas son muchas de las personas que al bajarse de este tren no le dan valor a este viaje.
La vida es una de esas cosas que solo pasan una vez. Al bajar del tren ya no puedes volver a subir. Puede que durante el viaje, nos encontremos algún accidente o cambio de vía. Sorpresas agradables y sorpresas no tan agradables. Todos en algún momento nos bajaremos del tren, incluso el compañero de tu lado. Así que debemos afrontar todas las dificultades y disfrutar de los buenos momentos, hasta el día en que nos toque bajar a nosotros. ¡Vive el viaje!
Judith Durán
2n A ESO
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