Un día un forastero llegó al pueblo maldito y preguntó a un anciano porqué
había tan poca gente; éste le contó lo que pasaba. El forastero prometió al
anciano que mataría al dragón y volvería la paz en el pueblo.
A media moche salió armado con un arco y flechas, se dirigió a la cueva.
Para que saliera el dragón usó un cebo,
el niño más valiente del pueblo. El dragón olfateó el niño y salió rápidamente.
Cuando salió el forastero le lanzó una flecha en toda la cabeza, matándolo en
el acto.
Así fue como el forastero y el niño salvaron el pueblo. Todo el pueblo
celebró la victoria con una grandiosa fiesta.
SILVIA MARTOS 1r B ESO
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