‘’Lo único
que estaba prohibido es subir al ático’’. Eso es lo que nos dijeron los
antiguos propietarios de la casa que compramos hace dos años. Estuvimos más de
dos años sin subir al ático, ya que mi madre lo había prometido. Pero, pasaban
los minutos, las horas, los días, y cada vez estábamos más intrigados por saber
que se escondía arriba.
Un día
oímos sollozos como si alguien estuviera llorando. Mi madre ese día decidió
romper la promesa. Me cogió a mí y a mi hermano y subimos al ático.
Lo que
encontramos fue… ¡Un monstruo! Era realmente terrible. Su aspecto no podía dar
más miedo, su mirada, pero, demostraba que era buena persona y lo único que
necesitaba era amor y cariño.
Mi madre
decidió que el monstruo bajara con nosotros al comedor. Después de unas horas
todos supimos que jamás volvería al ático, que jamás volvería a estar solo. Con
el tiempo descubrimos que el monstruo lo habían creado los antiguos
propietarios de la casa.
Lo que
nunca supimos era porqué lo habían abandonado…
ÀLEX ROVIRA CRISTETO, 1rB ESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario