miércoles, 30 de noviembre de 2016

UN SEÑOR PECULIAR

Asomada al balcón, sentado en un banco del parque, a la sombra de un precioso árbol, a un señor un tanto peculiar... 

Deduzco que es muy alto, por esas piernas largas como cuellos de jirafa y secas como palos. Lo describiría como una persona con constitución muy delgada, su piel es blanca como la nieve, tanto que parece que se haya puesto polvos de talco por todo el cuerpo. Sus brazos, al igual que sus piernas, son largos y delgados, sus manos, tapades con esos guantes blancos, estilo “mickey mouse”, parecen grandes y huesudas. Me llama la atención el contraste de su cintura pequeña junto a una espalda bastante ancha, però sobre todo me impresiona su cara: tiene la barbilla más salida de lo normal, su nariz es puntiaguda y sus labios son gruesos y rojos como la sangre. Al igual que sus ojos, que se accentuan sobre su rostro pálido. Las orejas estan escondides tres esas dos únicas matas de pelo rizadas y rojas que asoman por debajo de su chistera negra, que lleva a conjunto con un esmoquin sumamente extraño, de colores, negro, morado y verde. Nunca havia visto semejante esmoquin. 

Parece un personaje de fanasía. Su cara tiene constantemente la misma expresión, concentrando su vista en un punto concreto. Parece extrovertido por su forma de vestir, su boca sonriente y esos ojos tan abiertos. También parece educado, por su forma de sentarse, con las piernas cruzados, las manos sobre las rodillas y con la espalda totalment recta como una tabla. Se ve que no considera importante lo que los demás piensen o digan de él, por su aspecto y formes de estar. 

Miro a los lados, para ver si alguien más ha visto a ese personaje tan peculiar, peró no veo a nadie. El parque está vacío, vuelvo la mirada al banco, peró ya no hay nadie sentado en él. ¿Quien serà ese señor tan peculiar? 

 Berta Pintor, 2nB ESO

 

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