viernes, 5 de junio de 2020

TENGO UN SUEÑO

Todos hemos soñado alguna vez con poder viajar a través del tiempo… Llegar a pensar que podemos cambiar todo aquello que tanto nos lastimó, silenciar aquellas palabras que nunca deberíamos haberlas dicho, impedir que nuestro orgullo arrastrase a la fuerza un profundo te quiero, un beso, un abrazo… que ya jamás tendrán la oportunidad de volver de la misma forma.


¡Qué hermoso sería poder recuperar el tiempo perdido, marchitado o simplemente revivir una y otra vez aquel momento de los muchos vividos con la persona que ya no está, y a la que tanto echamos de menos!


¡Qué gran fortuna poder regresar al preciso instante de nuestra vida dónde nada nos preocupaba, tan solo unos ambiciosos sueños que nos guiaban en nuestro caminar! ¡Cuántas sonrisas, historias, amaneceres, experiencias… nos encantaría volver a sentir!


Sin embargo, por mucho que deseáramos tener ese poder, la verdad es que es inalcanzable. Los días pasan rápido, de la misma manera que unos vienen en nuestras vidas y otros los vamos dejando en el pasado. Pero también hay muchos sueños que cumplir, caminos para recorrer, proyectos inacabados…


No podemos, ni debemos, obsesionarnos con planificar nuestro futuro, ya que lo que importa es que estamos ahora, aquí, que vivimos, vemos el sol, dormimos al ver la luz de la luna, podemos escuchar, sentir, admirar a quienes nos rodean.


Sin duda, merece la pena soñar, pues es lo que nos mantiene despiertos. Pero no olvidar que tenemos la oportunidad de vivir el momento y debemos aprovecharla y no desperdiciar el tiempo pensando en todos los errores del pasado o todo lo que podríamos hacer en un futuro.



Todos deseamos hacer muchas cosas al largo de nuestra vida: locuras, tirarnos con paracaídas, viajar por todo el mundo, probar comidas exóticas que nunca habíamos probado, visitar el monte más alto, nadar con tiburones…


Al fin y al cabo, podemos hacer y conseguir todo aquello que nos propongamos, rodeados de gente que nos quiere, la familia, amigos… ¡Siendo feliz puedes hacer que cualquier acción, palabra, momento… valga mucho más!
Emilia Tudorache
2nA ESO


miércoles, 20 de mayo de 2020

ANGELUS CAPILLUM

Hola,
Soy un ser creado por el subconsciente de una niña que padecía un cáncer hereditario al hígado, soy una de las muchas personitas que acompañan en el trayecto de sus vidas a los niños y las niñas que sufren de un cáncer terminal. Yo me encargo de apoyar a los pequeños, en los momentos de dolor tristeza y soledad, y también me encargo de quedarme con su cabello.

Ahora mismo soy la acompañante de Lucía, una niña de familia de clase obrera con sus padres divorciados. Lucía tiene diez años y ha dejado de asistir a clases, debido a que debe someterse a un tratamiento de quimioterapia, Lucía tiene muchos amigos en la escuela, pero su mejor amiga es Paula, que sufre leucemia, un cáncer a la sangre.

Lucía es una niña muy fuerte, ya que cuando se dio cuenta que se le estaba cayendo el cabello sus padres le enseñaron que sería lo normal. Un día Lucía, me preguntó que porqué me quería llevar su pelo, y le conté una historia:

Había una vez una fabrica donde trabajaban muchísimas personitas pequeñas que se dedicaban a almacenar el pelo de la gente, ya que el cabello de esas personas era mágico. ¿Y porque era mágico? te preguntaras. El pelo de cada persona cuenta una historia diferente, y tiene poderes que a nosotros hace mantenernos vivos, y por eso os cogemos el pelo cuando no lo necesitáis. Pero ella me interrumpió para decirme: 
- Pero si yo sí que necesito mi pelo, soy una niña y me queda mucho que vivir. 
- Pequeña Lucía - le respondí- no me has dejado acabar la historia... aparte de llevarme el pelo de las personas como tú...a las que ya han cumplido su deber en la tierra me las llevo a un lugar mejor, un lugar donde no hay sufrimiento, donde no hay dolor ni personas malas, por eso estoy aquí Lucía para llevarte conmigo al PARAÍSO.


Katalina Campusano
2do A ESO

viernes, 15 de mayo de 2020

LA LEYENDA DE CRAM

Érase una vez, una leyenda muy antigua de un ser fantástico inmortal, que representa a los. Según esa leyenda, es un león con alas, cuerno de unicornio, aleta de tiburón, pinzas de cangrejo, cola de mofeta y tres ojos. Tiene muchos poderes, puede volverse invisible, puede volar y también puede conceder un deseo a quien lo encuentre.


La leyenda cuenta que, un día unos chicos que se llamaban Pedro y Lucas, fueron a una expedición con su monitor por el bosque para descubrir especies que nunca habían visto. Al rato los chicos vieron una sombra muy extraña de lejos y fueron tras ella, empezaron a correr y dejaron a su monitor por detrás de ellos, cuando los chicos dieron media vuelta para ver si les seguía su monitor se dieron cuenta de que él ya no estaba, lo dejaron porqué pensaban que se había perdido. Pedro y Lucas querían encontrar al animal extraño que antes habían visto, por eso siguieron adelante.

Al cabo de unas horas, estaban muy cansados, llevaban todo el rato corriendo, perdieron el rastro del animal.


Estaban en medio del bosque, ya se estaba haciendo de noche y tenían mucha hambre y mucha sed, rápidamente empezaron a montar sus cabañas. Mientras las estaban montando se sentían tristes, porque por el camino habían encontrado a su monitor muerto en el suelo. Cuando ya llevaban un tiempo medio dormidos, de repente, contemplaron una silueta pero no tenían suficientes fuerzas para levantarse y, por fin, la silueta se empezó a mover, y se dejó ver. ¡Era ese ser fantástico! Un león muy diferente, con partes de otros animales. El león se acercó, y los chicos se levantaron cómo pudieron. El león habló con ellos, y los chicos se sorprendieron mucho. Le ofrecieron una de sus cabañas, por si quisiera dormir, pero el león dijo que no. Cuando el león vio ese gesto de amabilidad, les concedió dos deseos. Uno de los chicos pidió que el monitor reviviera. Y el otro pidió volver a su casa. El león así lo hizo.

Siempre cada uno recoge lo que siembra.
Marc Jiménez
2do A ESO

ARES

Hace mucho tiempo, en un país, que nadie sabe dónde está, había una familia de unicornios. Era la última familia, ya que, todos los humanos que había en aquella época los mataban. Lo que querían de los unicornios, era su cuerno, porqué te daba buena suerte y felicidad. Y por eso, toda esa gente, que es mucha, que no se saben divertir por sí solos, y son unos aburridos, lo que hacían era matar a los unicornios. Primero, vivían todos juntos, unicornios y humanos, pero cuando empezaron a matarlos, los que quedaban tuvieron que refugiarse en un sitio escondido, que nadie sabe dónde está.

Unos años más tarde, solo quedaban tres unicornios, una madre, un padre y su hijo, porque todos los otros se habían muerto por las heridas que les hicieron los humanos. Los padres pensaron que su hijo no podía ser un unicornio, porque lo matarían, por eso, intentaron modificarlo. Como todos ya sabemos, el cuerno de los unicornios (si lo llevan ellos, no los humanos) les da poderes mágicos, por eso, querían convertir a su hijo en otro animal, porqué así no lo matarían. Primero, le convirtieron en un tigre, porque pensaron que era un animal feroz, pero también era muy bonito. En ese momento era un tigre con un cuerno de unicornio, ya que siempre tendría el cuerno, porque eso no se podía cambiar. Luego, se equivocaron. No sé bien qué le querían poner, ¡pero le pusieron unos cuernos de ciervo! Eso lo hacía un poco diferente, pero no sé si le serviría de mucho, teniendo el cuerno de unicornio… Después, le pusieron unas alas, y, finalmente, una cola de panda rojo, porque era más bonita que la del tigre. Cuando vieron que le hicieron a su hijo, no se sentían muy bien, al final no quedó tan bonito… Al final, si no era tan bonito, no lo querrían matar…

Lo que venía a hacer Ares (que era el nombre que los unicornios le pusieron a su “nuevo hijo”) en el mundo, era vengarse. Él es quién hace venir las guerras, hace que la gente se enfade, lleva el mal… Esa era su forma de vengarse, hacer que se enfaden entre ellos, y se maten, porque él no podría conseguir, nunca, luchar contra los humanos, porque son muchísimos, pero de esta forma, ellos luchaban contra ellos. El problema es que nunca podremos acabar con Ares, ya que es invencible, por eso, las guerras siempre existirán, mientras nosotros también existamos.
Mar Fontàs
2do A ESO

martes, 12 de mayo de 2020

EL OCTOFANTE

El Octofante es una criatura fascinante ya que aparte de ser precioso y enorme, ya que mide más de 3 metros de alto y unos 2 de ancho es muy interesante.

Es muy bonito a la vista ya que tiene la piel de terciopelo verde pastel y las orejas y las alas de terciopelo naranja neón, es una combinación de colores que  a la vista crean un amazonas aterciopelado.

Tiene la apariencia de un elefante salvo que en vez de tener 4 patas tiene 8 creando una apariencia de medusa y en vez de tener 2 ojos tiene 6. Aunque parezca muy grande puede volar y por esa razón se le despliegan unas alas parecidas a las de un mosquito lo que le permite alzar el vuelo a placer.


Este animal tiende a no ponerse agresivo bajo ningún concepto, es tranquilo, relajado y dispuesto a ayudarte en cualquier momento.

Esta criatura vive entre los bosques junto a los animales de su misma especie. Vive en el bosque, aunque es muy selectivo en cuanto a la zona, ya que solo quiere vivir en los sitios húmedos y cercanos a los ríos. Al vivir allí se alimenta de las hojas de los árboles, pero también de los seres vivos de los ríos, por lo tanto, es omnívoro.


Es un animal mágico y poderoso. El Octofante es un animal con el poder de defenderse mediante objetos naturales, es decir su habilidad es la Autodefensa mediante la naturaleza. Su punto fuerte es la naturaleza por sí sola ya que puede manipularla a su favor, pero su debilidad es la violencia ya que en ningún caso la usa, así que está expuesto a cualquier ataque imprevisto.

Esta noche si te fijas bien... quizá tendrás suerte y lo verás volviendo a su bosque.

Noemí de la Torre
2do B ESO


viernes, 24 de abril de 2020

TE REGALO UNA ROSA

Paula era una chica muy sociable, cariñosa y muy creativa. En cambio Iván era lo contrario, era un chico tímido, poco sociable y le costaba mostrar sus sentimientos. A Paula le gustaba mucho imaginar romances imposibles porque no creía en el feliz para siempre, y mucho menos que la princesas necesitan ser salvadas por un príncipe. 

A pesar de que no creía en los felices para siempre, tenía la esperanza de poder encontrar algo parecido a eso. Ellos se conocieron en el instituto, iban a la misma clase, pero no era muy cercanos hasta que un día les tocó hacer un trabajo juntos y se dieron la oportunidad de conocerse. Se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, y acabaron haciéndose mejores amigos. Eran inseparables, hasta que Paula se dio cuenta de que estaba enamorada de Iván y decidió distanciarse. 

Lo evitó durante mucho tiempo. Iván al ver que no hablaba con su mejor amiga, se dio cuenta que algo pasaba. Le dijo que necesitaba hablar con ella, y que era urgente. Esa misma tarde quedaron en su cafetería favorita. Iván decidió sincerarse y decirle a Paula que estaba enamorado de otra persona. Paula no pudo soportar la situación y salió corriendo, no se lo creía, así que decidió aferrarse a sus amigas. 

Al ver que estaba tan mal, la convencieron a ir a una fiesta de disfraces. Había tenido el peor día de su vida y no tenía ánimos de ir a una fiesta. Así que cuando llegaron, decidió ir a tomar el aire. Sucedió algo inesperado, se le acercó un chico y le dijo "te regalo una rosa como muestra de mi amor", al girarse se dio cuenta de que era Ivan. 

Se sorprendió muchísimo y le pidió una explicación. Él le explicó que le había mentido por miedo y que la había amado en secreto. Se arrodillo y le pidió perdón por el daño causado. Paula le perdonó y se dieron un beso de película. Paula comprendió que el amor aparece de maneras misteriosas y que ya podía decir que tenía su final feliz .

LEYLY VALLE 
2do B ESO


jueves, 23 de abril de 2020

TE REGALO UNA ROSA

Yo, este año le daría una rosa a mi abuela, ya con 81 años no sale de casa desde hace unos años para casi nada. Es la envidia de los pisos de delante, con un pequeño jardín al que sale a pasear, con un garaje que comparte con la casa de arriba y un porche con una lavadora y una antigua caja para conejos que es ya casi un recuerdo y poco más. A veces, para distraerse, habla con la madre de Tarik, que vive en aquellos pisos y con otros vecinos.

Para mí muchas veces Sant Jordi era un día muy aburrido en el que nos pasábamos toda la tarde en “Les mesures” en la Plaça Farners. Yo aburrido viendo como como la gente pasaba y escuchando como mis padres hablaban con miles de personas que yo muchas veces ni conocía y que al final comprábamos un libro que era el mejor de los peores que había para niños y luego teníamos que ir a dar a toda mi familia una rosa.

Ahora me imagino a todo el mundo en “Les mesures”, aquel criadero de palomas que antes y ahora es donde se acoge al mercado cada sábado y lunes; con aquellos bancos de piedra en los que siempre ves a niños haciendo equilibrios y en los que en Sant Jordi se sientan los vendedores, cansados, vendiendo libros y tapando su mesa de madera con la Senyera. También me imagino a chicos pidiéndote si quieres ir a su tiendecita para comprar una rosa para financiar un viaje de fin de curso… 

Este año dicen que van a posponer la diada de Sant Jordi. El 23 de abril nos veremos por pantallas y nos enviaremos píxeles de felicidad y de amor. Es la mejor manera de dar amor para todo el mundo, evitando que como la gente no sale de casa, de esta forma no puede enfermar.

Así somos, enviando una 🌹 echa de píxeles iluminados de color rojo y verde.
Parece ridículo, si no lo es, pero es lo que nos toca hacer.
PERE PAGÈS 
2do B ESO

TE REGALO UNA ROSA

La historia de amor entre mis abuelos, siempre me pareció ser una de las más bonitas. Pasada hace muchos, muchos años, cuando los sentimientos se expresaban a través de gestos y cartas de amor dejadas en lugares de lo más curiosos: entre las páginas de un libro, debajo de un banco en un parque… Los enamorados se cambiaban las cartas de amor con una ilusión indescriptible, esperando con ansias que su pareja les devolviera una a cambio… Así era el juego del amor, interminable.


Mirando hacia atrás, me doy cuenta porqué el abuelo nunca perdía la ocasión de poder regalarle una rosa a mi abuela, debido que se conocieron gracias a esa preciosa flor…


Mi abuela me contó que estaba invitada a la fiesta de una amiga, cuando conoció al abuelo. Ella estaba muy hermosa esa noche: con su pelo de color dorado cayendo sobre sus hombros, el vestido de lunares que lucía… La abuela estaba magnífica. El abuelo no formaba parte de ese grupo de amigos, pero por algún motivo fue invitado él también. La abuela ya estaba presente en la fiesta cuando, de repente, en la habitación entró un joven encantador, con una rosa maravillosa, que brillaba con su espléndido color rojo. Era muy atractivo. Se acercó a mi abuela y le ofreció la rosa. Entonces, ella señaló a su amiga para darle a entender que era a ella a quién tenía que darle la rosa, ya que era su fiesta. Pero él le respondió que no vino a la fiesta para su amiga, sino para ella, mi abuela. Y le dio la rosa, diciéndole:


- ¡Te regalo esta rosa! Cada pétalo te dirá lo mucho que te quiero.


Desde ese momento, empezó una hermosa historia de amor con paseos bajo la luz de la luna, charlas al lado del mar y perfume de rosa con pétalos de terciopelo, recordando caricias nacidas de las estrellas.


Se casaron, tuvieron muchos hijos y muchos nietos, pero recordando siempre el romántico momento que compartieron en su juventud, entre abrazos y besos al lado de un jardín lleno de rosas rojas con olor a “érase una vez”…

Emilia Tudorache
2do A ESO


TE REGALO UNA ROSA

Sant Jordi, el santo de muchas personas, el cumpleaños de otras pero para todas las parejas un día especial, único y que nada lo puede estropear. Todos dejan los problemas de lado y regalan una rosa. 

Las calles se llenan, los colegios se disfrazan y siempre encuentras los niños de sexto que se ganan la paga. Libros y rosas son los signos de la tradición una rosa que salió de un corazón muy oscuro pero que el caballero regaló. 

Este año no habrá rosas, fiesta ni teatro. Sant Jordi será un jueves, un jueves como otro de confinamiento, peleas, gritos trabajo y a dormir. Yo no quiero todo esto yo quiero un libro y una rosa. 

Cuando la regalabas...ese olor, ese perfume te dejaba hipnotizado. Quiero regalar una rosa a quien más se la merezca, no la novia (que no tengo) pero sí a esa amiga que esta ahí cuando te vienes abajo y siempre te aguanta y no te deja caer; esa que estás mal y puedes contar con ella o simplemente puedes hablarle. Hay un montón de gente que merece una rosa, pero para mí estas personas son las que merecen verdaderamente una flor: 

Las abuelas, esas personas mayores que siempre te dan el apoyo que necesitas, y que decir de tu madre... la que hace de todo y más para ayudarte, apoyarte y para que ningún miedo te gane, lucha contigo a diario, aún que sepa que tiene una muerte segura. 

Pero tampoco hay que olvidarse nunca de los amigos que también están, a veces te pueden dejar caer pero siempre bajan a buscarte; o los abuelos, en mi caso los que te hacen manualidades, los manitas de la familia, y para terminar, pero no menos importante, los padres, que son la persona más protectora, la que nunca se rinde y te intenta ayudar en lo que sea. 

Este año la rosa no llegará o será de papel pero en el corazón estará... y ellos seguirán a mi lado, siempre.

Pol Batlle
2do B ESO


miércoles, 22 de abril de 2020

TE REGALO UNA ROSA

Desde hace muchos años tengo un especial cariño a mi abuela. Ella era como mi segunda madre porqué me crié con ella y vivía con nosotros, y cada año en Sant Jordi ella me regalaba un libro de mi saga favorita con alguna más que otra prenda de ropa y yo le regalaba una rosa, era cono una tradición nuestra. Lo mismo hacían mi abuelo y mi padre… Ahora ella vive en Madrid pero cada año ella venía a visitarnos y de paso celebrar juntos Sant Jordi.

Este año por desgracia no lo podemos celebrar juntas por una parte porqueé estamos en cuarentena y por otra parte porqué le diagnosticaron la enfermedad del coronavirus. Realmente lo estoy pasando muy mal porqué ella significa todo para mí, es la persona que estuvo apoyándome junto a mis padres en mis peores momentos, y era la única persona que le tenía mucha confianza y le contaba todos mis problemas. Ella intentaba ayudarme al máximo e intentar hacerme feliz y la verdad es que se lo agradezco un montón.

Es la única persona a quien en estos momentos le mandaría una rosa y si pudiera más rosas ya que no la puedo ver y me encantaría tan solo hablar con ella por teléfono y saber cómo está y escuchar su voz. Ojalá se recupere y recuperemos todos esos años que pasábamos juntas. Espero que no le pase nada y que supere esta enfermedad porqué si le pasa algo no se que voy hacer ya que es la única abuela que tengo.

Les deseo suerte a todas las personas con enfermedades y que puedan seguir adelante. A los jóvenes que se queden a casa, que ya habrá más años para celebrar y pasar tiempo con la gente de gran aprecio. 

Desde aquí te mando un abrazo gigante abuela, te quiero muchísimo.

Amal Hamjan
2do B ESO

viernes, 17 de abril de 2020

UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Estos días se hacen eternos, un minuto parece una hora. Se me hace raro no estar con mis amigas todos los días. Mi casa se ha convertido en una prisión, cada día la misma rutina una y otra vez, parece un deja vu. Y ahora me doy cuenta lo muy alejada que estoy de mi familia, como ahora nos vemos más, parece que no encontramos muchos temas de conversación.

Desde mi habitación solo veo, las consecuencias de la cuarentena. Ahora mis amigas y yo no encontramos nunca temas de conversación, la cuarentena ha hecho que no haya nada interesante que decirnos. 


Estos días me aficionado a escribir en un cuaderno donde explico todo. En una tarde hago 9 páginas enteras, cuando tengo un boli en la mano no puedo para de escribir. No duermo mucho me despierto con grandes pesadillas que parece que hablen de que todo lo que está pasando, que vaya acabar de una mala manera. Me preocupa cómo vaya acabar todo esto.

Aunque  cuando me quiero tranquilizar pongo las canciones que más me gustan, y cuando lo hago no paro de bailar y cantar. Esa es una de las ventajas de estar que nadie te puede ver, porque nunca me atrevería a cantar en el instituto.

Pero para ser sincera quiero volver a clase porqué me lo pasaba bien, y aquí delante del ordenador cada tarea se hace eterna. Espero que todo esto se acabe pronto, pero mientras tanto seguiré con lo que tengo que hacer. Aquí en casa, encerrada.

Agustina Golnner
2do B ESO

UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Buenos días, me llamo Virus, Corona Virus. Todos me conocen desde el 2019, pero yo ya existía antes. Nací el 2006. Tengo padres, por si alguien no lo sabía, mi padre se llama corona, y mi madre virus. Antes que yo naciera, todo el mundo temía a mis padres, y desde 2019, cuando ya me descubrieron, ahora todos me tienen miedo a mí. Antes me lo pasaba mejor, porque podía salir sin que todos me temieran, y ahora… ¡Ya no puedo ni salir! 

Un día, estuve hablando con un animal. Nos hicimos muy amigos, pero nuestra amistad duró poco. Una persona lo secuestró, lo mató y se lo comió. Yo estaba muy enfadado, porque se comieron a mi mejor amigo, y por eso contagié a esta persona. Hice que le doliera la barriga y la cabeza. Y al cabo de un tiempo, de estar a su lado, contagiándolo, murió. Esa era mi venganza por lo que le hicieron a mi mejor amigo de 10 minutos. Pero después, no sé ni cómo, su mujer también se contagió, y desde ese momento el contagio ha ido creciendo. Primero un pueblecito, después todo el país, el continente, ¡y ahora ya todo el mundo! Yo no quería que nadie me descubriera, porque cuando no me conocían, no me temían, y podía salir con mis amigos tranquilamente y ahora… ¡Ya no puedo ni salir de casa! 

Por culpa de ese señor, que contagió a su pobre mujer, ahora tenemos que estar todos en cuarentena. ¡Qué aburrimiento! Y, por si fuera poco, mi casa es pequeñita, y no puedo moverme mucho. No puedo correr, no puedo hacer deporte, pero… ¡Puedo hacer yoga! Cosa que no pienso hacer. Suerte que tengo la tele… 

Como todos los adultos dicen, puedes pasar más tiempo con tu familia y no sé qué más. Pero la adolescencia, según dicen, es una época de cambios de humor y quieres pasar menos tiempo con tu familia y más con tus amigos… Yo quiero que se acabe ya la cuarentena porque ahora no puedo ver a mis amigos: la Gripe, el Resfriado, el Sars… ¡Y todos mis otros amigos! Nos llamamos de vez en cuando, pero es diferente…

Mar Fontàs
2do A ESO


miércoles, 15 de abril de 2020

UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Cuarentena, Coronavirus, confinamiento… Palabras que desde hace unos meses ya, escuchamos todo el día. En casa, parece que no hay mucho que hacer, pero cuando ya llevas unas semanas sin salir, te acostumbras, y encuentras una parte de ti que nunca había salido a la luz.


Yo pienso que tardaremos bastante en volver, entre que los hospitales se están quedando sin personal, sin equipos de protección, espacio, respiradores, etc...y  que hay gente que se salta el confinamiento, o que por ejemplo, van a comprar cada día o sacan el perro y hacen un “paseo” de cuatro quilómetros, todo esto no pinta muy bien. Creo que, desde el principio, tendrían que haber cerrado fronteras y haber puesto medidas contra el virus, y no haberse esperado a que pasara todo esto, pero bueno, ya no hay marcha atrás así que debemos seguir las órdenes que nos dan.


Durante estos días he sentido emociones muy diferentes. Durante los primeros días, cuando aún no había deberes, estaba bastante bien, un poco aburrida, pero hacía video llamadas con los amigos, y ya estaba todo arreglado. Después, durante la primera semana, estaba muy estresada y agobiada, porqué aún no me había acostumbrado ni organizado, pero ver que no era la única me ayudó. Ahora, estoy bastante bien, estoy más tranquila. ¡Hasta he empezado a hacer deporte y a tocar la guitarra! La verdad, es que creo que está muy bien que durante estos días empecemos nuevos hobbies, o sigamos con otros, que por falta de tiempo, u otros motivos, en un pasado, dejamos apartados.


¡¿Qué cómo acabará?! Pues la verdad es que no tengo ni idea, en estos momentos, nadie lo sabe, pero tengo dos teorías. La primera es lo que pensaba que pasaría hasta hace unos días, que todo esto acabaría en mayo, y luego haríamos vida normal, aún que no nos podríamos reunir muchas personas, pero hace ya unos días que he cambiado de opinión. Creo que, a lo mejor, volveremos a subir en casos, y volverá a pasar todo otra vez, lo que quiero decir, es que antes, estábamos bajando en casos, pero ahora, estamos volviendo a subir. Muy poco, es verdad, podríamos volver a bajar, pero yo creo que volveremos a subir, porqué todas las personas que lo cogieron durante el confinamiento, comenzarán a tener síntomas, y volverá a subir todo otra vez, además, con todo esto que están haciendo de dejar que algunas personas vuelvan a trabajar, se la están jugando mucho, y puede acabar muy mal.

Dènia Furroy
2doB ESO


UN ADOLESCENTE EN CUARENTENA

Para nuestros bisabuelos, esa popular epidemia quedó en recuerdo como solamente una más. El confinamiento duró un par de meses, y en el final del trayecto, los contagiados fueron disminuyendo poco a poco, por lo que el número de fallecidos no aumentó mucho más. Supuestamente, la epidemia desapareció. Pasaron años, unos años llenos de felicidad y tranquilidad, en los que los humanos aprendimos a aprovechar el momento, frase que todo el mundo conocía. Los científicos no llegaron a descubrir el propósito y la creación de la enfermedad, pero las respuestas ya no se necesitaron cuando ellos nos dieron respuestas.
Por mi quinceavo cumpleaños, mis padres dejaron en mis manos el diario de mi bisabuelo, con el que descubrí el estilo de vida de un adolescente en el inicio de la destrucción terrestre en solamente una página.

“30/3/2020
No es nada, dicen algunos. Salgamos a la calle, tenemos que seguir con nuestras vidas, dicen otros. Los humanos somos inútiles. Estamos pasando por una epidemia, los médicos se pasan día y noche arriesgando el resto de su vida para salvar la nuestra. No sabemos lo que pasará mañana, tampoco sabemos si estaremos encerrados en casa una semana, un mes, o incluso un año más, y por esa exacta razón, el motivo por el que no tenemos idea alguna de nuestro futuro ni el que nos ha llevado hasta aquí, debemos hacer lo que el gobierno diga, aunque actualmente tengo mis sospechas de que nuestros queridos “superiores” tengan algo que ver. Todo ha pasado de una manera demasiado espontánea. Queremos un mundo mejor, ¿pues por qué no lo aplicamos? No es mucha molestia no poder ver a tus amigos, no es el fin del mundo.


22/7/2022
Aquí está la prueba de que aún no he muerto. Han pasado algunos meses desde la cuarentena, y que yo sepa, nadie ha fallecido por no poder tontear con su novia. Estas cosas pasan. El año que viene, seguramente no recordaremos esta epidemia y, eventualmente, aparecerá otra. Es la naturaleza, supongo”


Esas palabras son las últimas que escribió antes de que, unos días después, ellos llegaran.


Los Desconocidos. Así los llamamos. No sabemos lo que son, lo que planean exactamente, ni lo que han hecho antes de llegar a nuestra destrucción. Lo único que conocemos es lo que quieren. Algo falló en la creación del universo, naciendo un enemigo para los habitantes del espacio exterior. Están programados para la exterminación y el vacío, para que, en un momento u otro, todo lo que creemos se quede en el olvido. Los Desconocidos buscan la oscuridad, y saben todo lo que perjudica a cada mundo entre muchas otras cosas, y en este caso, lo que perjudica a la tierra, son los humanos. Somos absolutamente miserables. No hacemos ningún bien. Somos egoístas, no sabemos tomar decisiones, y aunque han pasado bastantes años des de que nos diéramos cuenta de nuestro destino, seguimos aquí, buscando maneras de cambiar un final determinado.





Los Desconocidos siempre han estado con nosotros, han programado cada paso, cada mente, cada hoja que cae al suelo… Hasta que se dieron cuenta, que nuestra debilidad es el caos y el desconocimiento. Pensábamos que lo sabíamos todo, hasta que, de golpe, en el año 428 a.C, apareció una de las primeras epidemias. Alboroto, llantos, muertes… Y nadie sabía qué estaba sucediendo. Y por supuesto, fueron ellos.


En el momento que los científicos descifraron su poder, los humanos más ricos económicamente se instalaron en otro planeta, mientras que las personas restantes tuvieron que vivir con un gran peso en las espaldas e intentar seguir adelante. Mi abuelo pudo seguir con su vida, viajando también a Contáneous, el planeta en el que residimos actualmente, intentando olvidar el hecho de que unos humanos exactamente como él, no tuvieron la misma suerte. Los Desconocidos crearon epidemias mortales de manera instantánea. Nos conocían, y aún nos conocen. No se han rendido, y nunca lo harán.


Mi querido bisabuelo pasó por el descubrimiento de esas criaturas, después de haber tenido una mente abierta respecto al tema del… ¿Coronavirus? Es gracioso pensar cómo la gente pensó que era difícil estar “encerrado” en una casa pasando tiempo con tu familia, disfrutando de esos pequeños momentos… He vivido en un búnquer durante toda mi vida, exactamente 34 años. Nada ni nadie ha entrado ni salido. No hemos tenido contacto físico con nadie. Aquí estamos a salvo. O eso nos quieren hacer creer.

Ariadna Burillo
2do B ESO


lunes, 30 de marzo de 2020

MI PRIMER COMENTARIO DE TEXTO

LA NATURALEZA NOS DA UNA LECCIÓN DE HUMILDAD CON EL CORONAVIRUS
Principalmente, el texto nos habla de la historia del padre de Odile Rodríguez de la Fuente, Félix, con el que “juntamente” escribieron un libro juntos. Félix era un hombre con una pasión e interés inigualable por la naturaleza, que descubrió de una manera bastante peculiar, el contacto visual con un lobo. Odile siempre había sido su hija favorita, ya que sus hermanas eran como unas muñequitas y ella ha heredado el encanto de su padre. Félix murió en Alaska, persiguiendo su sueño, ser trampero allí, en Alaska. Según su hija, su opinión sobre el coronavirus sería que al fin y al cabo, la naturaleza manda, y según Greta, se sentiría orgulloso de que las mentes jóvenes tuvieran esa conciencia sobre el mundo. El texto se puede diferenciar entre la introducción (una pequeña autobiografía de Odile), el título, un pequeño resumen y la entrevista de Odile.
Este texto es periodístico, ya que está hecho para la página de un periódico y Odile (la entrevistada) responde a una serie de preguntas hechas por el entrevistador. Podría ser dialogal ya que Odile y el entrevistador no mantienen una conversación fluida (simplemente es preguntar y responder). Podemos ver dos recursos estilísticos de manera bastante destacada al principio de la entrevista. El primero, la anáfora. Ésta pertenece al grupo de los recursos morfosintácticos. Consiste en la repetición de una o varias palabras al principio de varios versos o enunciados. Lo podemos encontrar en la pregunta de “¿qué ve al salir de su casa?”, repitiendo pájaros dos veces y haciendo que nos demos cuenta de que en la casa que vivían habían muchísimos pájaros y, además, volvemos a encontrar esta palabra en otros apartados del texto. Podemos encontrar otro recurso estilístico en la cuarta pregunta, en dónde Odile se refiere a sus hermanas como “barbies”. Esta es una hipérbole, una exageración, situada en el grupo de los recursos semánticos. Ella utiliza esta palabra para decir que sus hermanas eran relativamente perfectas. Tanto Odile como el entrevistador hablan de una manera sencilla, pero de manera formal. Podemos ver diferentes partes. El título está hecho de una manera específica para que nos llame la atención antes de leerlo, ya que habla del coronavirus (tema del que estamos todos preocupados). En el texto (o la entrevista) podemos diferenciar algunas partes. Al principio, Odile nos habla de cómo era vivir con su padre, su personalidad, sus gustos… Nos hace una idea de lo que quiere transmitir el texto. Por el centro, se habla un poco de los mensajes que hacía su padre hacia el mundo y que le contaba a su hija, de lo que podría haber llegado a ser, etc. Al final de la entrevista, se habla más de curiosidades o datos un poco más peculiares a los demás, y también la opinión que Félix hubiera tenido sobre el mundo actual respecto a la naturaleza. En el centro hay una introducción o resumen al libro que Odile tiene “con” su padre.
El autor nos quiere transmitir básicamente las opiniones de Félix, ya que le habrían resultado interesantes y también una buena manera de enseñarle al mundo los pensamientos que un hombre con conocimiento tenía respecto a la naturaleza en los tiempos que no teníamos tecnología. El autor parece haber escogido a la persona indicada para hacer esta entrevista, ya que sirve para reflexionar. El entrevistador habla de una manera bastante estudiada, para hacer las mejores preguntas y sacar la mejor información posible. A la vez, creo que las preguntas eran muy inteligentes, ya que, si de una respuesta no se ha sacado la información necesaria, el entrevistador le intenta preguntar más cosas sobre el tema a Odile de una manera que no sea muy “pesada”. Este texto me ha parecido muy interesante e incluso sorprendente. Al principio, pensaba que Odile simplemente estaba hablando de lo que recordaba de su difunto padre, pero en el momento que leí su interés por la naturaleza, me ha hecho reflexionar un poco. Parece que ahora, no hacemos nada por nuestro mundo, nos pensamos que todo está solucionado, pero no es así. Todo lo que tenemos está hecho a base de la naturaleza, y no hay nada, pero repito, NADA que nosotros hayamos creado de una manera que la naturaleza no nos haya aportado. Creo que ese hombre ya sabía lo que iba a pasar dentro de unos años, que el mundo cambiaría y, creo que intentaba hacer que la única hija que tenía interés por lo mismo que él, en el momento que creciera nos pudiera transmitir todo lo que pensaba a nosotros, los que menospreciamos lo que ya tenemos. Algunas personas, al leer esa entrevista, podrían haber pensado que tener contacto visual con un lobo sería una locura, que Félix se lo habría inventado, etc. Pero yo no opino lo mismo. Ese hombre tenía una mente abierta, no le importaba lo que los demás pensasen de él, y menos en esos tiempos, que nadie estaba pegado a su teléfono y parecía que nada estaba descubierto aún (ahora tampoco, pero antes incluso menos), y entonces la gente tenía una mente más extensa, disfrutaba de lo que tenía y perseguían sus sueños. Me hubiera gustado mucho conocer a alguien cómo Félix.
Ariadna Burillo
2do B ESO

martes, 24 de marzo de 2020

CÓMO VIVIMOS EL CORONAVIRUS LOS ADOLESCENTES

Si hubiera sabido la semana pasada que sería la última vez que veía a mis amigos hasta dentro de un tiempo muy largo, hubiera tenido actitudes diferentes. Los hubiera abrazado antes de irme, les hubiera dicho lo importante que son para mí e incluso  me hubiera quedado hasta el último minuto del día. 

Como bien sabéis, los adolescentes necesitamos quedar con nuestros amigos, verlos y mantener el contacto. Sinceramente, cuando empezó a escucharse por los medios de televisión esto de la pandemia yo pensaba que no sería para tanto, que en dos semanas se hablaría de otra cosa diferente y que para nada me iba a afectar a mí. 

En cambio, ahora que ya llevo una semana encerrada en casa sin saber cuántos días va a durar no me parece ninguna tontería. Comprendo que el sistema educativo no se puede parar y que todos los contenidos se tienen que dar por vía telemática, pero esto de recibir cada día faena nueva del colegio me agobia aún más. 

Me gustaría pensar que todo va a salir bien, que en poco tiempo podré salir con mis amigos y aunque parezca que no, estamos aprendiendo. Reconozco que antes me costaba abrazar a mis amigas, darle un beso a mi madre o incluso darle la mano a alguien. Además, siempre intento mirar el lado positivo de las cosas, y si todo esto que estamos viviendo lo hubiéramos vivido en verano aún hubiera sido peor.   

Antes de acabar me gustaría presentarme, soy Laura y tengo 13 años. Antes hacía tenis, pero prefiero no hablar de esto, porque también lo echo de menos. Pensamos que somos felices si tenemos de todo, pero a veces lo único que nos hace falta es un abrazo. Espero que todo vuelva a la normalidad pronto y pueda abrazar a mis amigas.

Martina Butiña
2do A ESO

CARTA A ROMEO

Querido Romeo,
Estuve recordando nuestras noches en aquel balcón, con los susurros de la brisa acariciando nuestros rostros, con el lento y agradable sonido de los árboles siendo agitados por una dócil corriente, escuchando la melodiosa harmonía del agua cayendo por un riachuelo direccionado a un estanque no muy lejano, repleto de preciosos animales que lo habitaban. Recordando como observábamos el levante cuando el sol despertaba.
Hecho de menos cantidades inmensas de estar contigo y poder hacer todo aquello, que hicimos de nuevo, hecho de menos sentir tu voz gruesa pero no brusca que me llamaba la mayoría de los días por aquel balcón. Mirarnos a los ojos fijamente y sentir ese hormigueo que me recorría desde el vientre hasta la punta de mis pies en paralelo a los tuyos, enfiarme en tu mirada, entendernos sin hablarnos, y frustrarnos por el tiempo traicionero, el culpable de que tuviéramos que despedirnos hasta el siguiente día. Estuve recordando, y me puse a escribir esta carta.
Siento que debo escribirte, porque este todo o nada me estaba llevando a la locura, durante este tiempo he podido recapacitar, he podido descifrar que me gustó tu forma de desvanecer mis tormentas, y ahora que no estas aquí, sé que necesito a alguien para sanar mis heridas, alguien para conocer, alguien que me sostenga, para sentirlo a mi lado sin que nada ni nadie se nos interponga por el camino.
Y por eso, me niego a fingir más, a sentirme atada a alguien que no le pertenezco, a sentirme esclavizada a ser algo que no soy ni seré nunca, porque quiero ser libre, y siento que contigo no lo era, seré tenaz en mis decisiones a partir de ahora.
Pero aún así me quedo con la incertidumbre de saber qué hubiera pasado si hubiésemos recorrido nuestro camino juntos. Siempre serás mi primer amor, mi primera espina clavada en el pecho.
Atm: Julieta
Katalina Campusano
2do A ESO

RECUÉRDAME

Estaba allí, estirada en la arena, notando como cada ola fresca del mar llegaba un poco más allá de mis rodillas, y se volvía hacia el mar. Estaba tumbada hacia arriba contemplando ese precioso cielo de verano al atardecer acompañado por unos pájaros que volaban a lo lejos, quién sabe dirigiéndose hacia dónde. 

Me medio levanté de tal forma que estaba sentada con las camas alargadas y con las manos detrás de mi espalda sujetándome para no tirarme atrás. Y me quedé durante un buen rato simplemente contemplando cómo una maravillosa y enorme esfera amarillenta se escondía detrás de ese mar de agua celeste. Cuando el sol se puso ya, me giré con la barriga en la arena y me volví a estirar mientras, a unos cincuenta metros, contemplaba la casa de la playa. 

Una casa con un color azulado veraniego hecha de madera y con un porche en el que mi abuelo, desde ya hacía horas, se había quedado dormido en una silla mientras se balanceaba suavemente. A través de un gran ventanal de cristal podía ver cómo mi madre se había instalado en la habitación de lectura con un café calentito y cómo se sumergía libro tras libro en esas "extrañas historias", como decía ella. La habitación de lectura estaba formada por un par de sillones y un sofá “vintage”, y al fondo,  unas grandes paredes con estanterías de madera llenas de libros. Aunque la casa de la playa no era demasiado grande, cuando entrabas en esa sala con estanterías tan altas, te daba la sensación de que sí era grande. 

Cuando estaba allí tumbada creo que me dormí, porque no recuerdo demasiadas cosas pero sí que estuve allí durante mucho tiempo. Cuando me desperté vi que debajo de unas enormes palmeras al lado de la casa había algo fuera de lo normal. Me acerqué y vi una cajita dorada bordada con flores preciosas y cristales muy bonitos.

La abrí. Costó un poco porque era bastante vieja, se veía que llevaba mucho tiempo allí sin que nadie le hiciera caso o sin que nadie la viera. Cuando la abrí vi una flor marchitada y muy seca con una nota pegada a su tallo que decía “para Laura”. Al lado de la florecita había doblado un papel arrugado y sucio. Lo abrí y lo leí mentalmente: 

“Tu pelo es fuego invernal, tu voz es un canto angelical, y cuando yo a ti te veo, no sé cómo explicarte lo que siento” Juan Miguel 

-... Juan Miguel....¿Juan Miguel?

Cogí la caja con la nota y fui corriendo hacia la casa de la playa en búsqueda de mi abuelo. 

-¡Abuelo, abuelo despierta!-Le dije sobresaltada y con curiosidad. 
-Ay, hola cariño,¿que quieres?-Me dijo medio dormido aún. 
-¿Reconoces esto?-Entonces le enseñé la nota y la cajita 
-Uau, sí. Hacía mucho tiempo que no veía eso. 
-¿Lo escribiste tu abuelo? le pregunté con aún más curiosidad 
-Sí, se lo escribí a tu abuela cuando nos conocimos- Me explicó- Fue hace mucho tiempo, cuando tu abuela y yo nos conocimos, de jóvenes, éramos muy buenos amigos. Un verano la invité a venir a la casa de la playa con mis padres, y los suyos claro, y aceptaron. Un día, durante un atardecer como éste le dediqué este poema, ya que desde que la conocí siempre me había gustado mucho. Me volvía loco su pelo pelirrojo precioso y su maravillosa voz al cantar. Entonces ella y yo decidimos enterrar eso allí para cuando fuéramos mayores , ir a desenterrarlo, pero antes de que eso pasase ella falleció, y nunca pudimos recuperarlo. 

Me alegro mucho de que lo hayas encontrado tu, Cristina. La verdad, espero que cuando seas mayor te puedas casar con un buen hombre y que os lleguéis a querer tanto como yo quise a tu abuela.

Me quedé un momento sin aliento, entonces lo abracé sin decir nada, y los dos empezamos a llorar.

Anna Cantín
2do B ESO


lunes, 23 de marzo de 2020

COLOR AVELLANA

Esa cerúlea inmensidad hacía que yo me sintiera más pequeña de lo que era. Solo pensaba en sus ojos color avellana, que me abandonaron hacía ya unos largos tres años. No lo podía soportar más, así que decidí ir donde la tierra se acababa. 

Cuando llegué, solo quería lanzar mi vida hacia la más profundidad azul, hasta que… Llegó. Una chica, joven, su pelo era de oro puro y ojos más negros que la noche, me alargó la mano para que yo la siguiese. Estaba confusa, pero al final acabé alargando yo también mi mano hasta la suya.

-¿Qué hace una dama tan hermosa en ese acantilado tan vertiginoso?- me preguntó. -No puedo soportar más esa gran pérdida…- le respondí, con los ojos a punto de estallar en lágrimas.

-Ven conmigo, si quieres. Te llevaré donde la tristeza no llegaría jamás - me respondió con una voz atenta y agradable. Esa voz dulce, me recordaba con gran tristeza, a mi quillotro, el chico que años atrás se separó de mí.

-Sólo quería deshacerme del dolor que lleva ya tres años matándome por dentro- cuando terminé esta frase, sin más dilación, me lancé al acantilado y el dolor desapareció para siempre.

La chica que intentó rescatarme de las manos del gran abismo, se quedó sin aliento. Más triste estaba ella ahora. Acababa de contemplar lo inevitable:  perder lo que te da energía. Habiendo pasado esa tortura, mi alma estaba más viva que nunca. Ese peso y ese dolor ya habían desaparecido. 

Volví a encontrarme con el chico de ojos avellana, mi más preciado tesoro...  sentía un amor inimaginable hacia él. Hablamos. Era muy extraño, nos observábamos mútuamente, sin necesidad alguna de esas esferas que te permiten hacerlo. Por una vez en esos tres crueles años, hallé el amor eterno y profundo.

Mar Fontàs
2do A ESO




EL REENCUENTRO

Ocurría en los años cuarenta, pasada ya la guerra civil, donde muchos perdieron a sus seros queridos. Era una primavera fría, los almendros florecían tarde debido que aún quedaban restos de nieve en los picos de las montañas. Me llamo Miguel, vivo alejado del pueblo, en una pequeña casa, con mi huerto del que me alimento de mis cosechas para poder vivir. 

Después de la guerra vinieron tiempos muy difíciles, y sobreviví como pude. Me angustiaba mucho recordar aquellos fatídicos días en que mi vida cambió por completo, alejándome de mis seres queridos y de Antoñín, mi amigo, mi compañero de juegos.

Una vez regresé a Sigüenza, mi bello pueblo, me causó un dolor de estómago sólo ver las puertas cerradas las casas que de pequeño le habían visto correr con su amigo Antoñín, esa calle empinada donde les dos habían hecho mil trastadas. Cerró los ojos y aún podía oír esos gritos de niños inocentes corriendo por esas calles de polvo.

Sólo necesitaba ese abrazo de consolación, sería la mejor medicina después de lo vivido durante esos días de guerra.

Anhelaba ver esos ojos azul añil, esa sonrisa, oír esa voz alegre y campechana.
Recorrí con los ojos cerrados esas calles, mis pasos cada vez eran más rápidos, por fin llegué. La casa estaba muy deteriorada pero no perdía la esperanza, llamé, esperé, volví a llamar, hasta que de pronto vi una silueta humana que andaba muy lentamente. Pude distinguir esos pasos que se arrastraban. Esos ojos no eran el azul, la sonrisa estaba apagada y la voz muy débil. 

Antoñín se percató de mi presencia, nos pudimos abrazar, tocarnos y decidimos no hablar de lo duro que fué nuestra separación durante la guerra. Decidimos volver a ser esos niños ya adultos de Sigüenza.

IGNASI PUIGMARTÍ
2do A ESO

NO QUIERO DESPERTAR

Cuando estoy con ella, parece que mis acciones están siendo guiadas por las estrellas, mientras mi mente escapa a un mundo que aún desconozco, en el que vuelvo a nacer. Mis pies me guían hacia el camino a la libertad y mis manos acarician la suave melena de esa extraordinaria criatura, que solamente está presente en mis sueños.
Tres años atrás, mi vida daba vueltas en círculos interminables. Parecía que cada día era el mismo que el anterior, sin sentido alguno, sin nada por lo que luchar. ¿Quién diría que ese muchacho admirado y querido por la gente que le rodeaba y apuesto cómo una rosa podría tener un vacío tan vasto en su interior? En una fría noche de invierno la conocí. 
Adentrado en un profundo sueño, solamente mostrando oscuridad, una sombra acarició mi rostro. Sentí como un pequeño escalofrío recorría todo mi cuerpo y, tentado por el misterio de la ocasión, me dejé guiar por ese dócil enigma. Me llevó a un bosque, lleno de las flores más bellas que mis ojos habían contemplado jamás. Al llegar a nuestro destino, ella se giró, y mis ojos se clavaron en los suyos. Tenían un color verde intenso y la clara luz de los rayos de sol recortados por los árboles mostraban unos pequeños destellos azules. Nos miramos mutuamente durante un par de segundos, y ella tomó la primera palabra. “Deberíamos presentarnos, ¿verdad?”. Me dijo su nombre. Se llamaba Ayla y me contó que su nombre significaba “luz de luna” en turco. Sus gestos me fascinaban. Se movía con una delicadez y elegancia admirable, y su largo vestido blanco bailaba al ritmo del viento. Después de unas horas que pasaron como minutos, una fuerte luz me despertó de esa fantasía. “Hasta pronto” me dijo, mostrando la sonrisa más sincera que una persona, si era el caso, podía mostrar. 
Desde ese día, Ayla ha seguido apareciendo en mis sueños. Un día, me llevó a ver un hermoso atardecer en la cima de una montaña, en la que le conté mis pesares: la escuela, la muerte de mi hermano menor, la presión que sostenían mis hombros en dar una buena impresión a la gente… Ella me comprendía. Ya me percaté de que ella solo era una ilusión que mi mente producía, pero me hacía sentir bien. Con ella, parecía que el mundo no daba vueltas. Al principio, me preguntaba cómo me podría haber enamorado de una persona inexistente, que tan solo era una metáfora que mi mente había creado, cómo una señal que no conseguía descifrar, pero a medida que los años pasaban, comprendí que tal vez, ella era mi refugio.
Tal vez, algún día te conoceré, te comprenderé e intentaremos entender esta peculiar forma en la que nuestros destinos se cruzaron. Tal vez eres mi destino, o puede ser que nunca te llegue a ver en el mundo real, y que sigas siendo un producto de mi imaginación. Si algún día ya no me acompañas en otra fantasía, recuerda que en mi corazón siempre habrá un hueco reservado sólo para la dulce muchacha de mis sueños.
Ariadna Burillo
2do A ESO