domingo, 12 de febrero de 2017

LA VIDA ES ORO

Camino y camino sin ningún rumbo fijo, voy deambulando por este mundo pero no siendo indiferente, soy una pequeña gota de agua sumergida en un mar sin fin. Todo es nuevo ante mis ojos, cada vez descubro más y más cosas nuevas. Cada pequeño detalle es fundamental, y aunque no lo parezca, lo es sin alguna razón aparente. Tengo buena salud, amigos en los que confiar, una familia que me quiere, no se necesita más en esta vida. Qué hermoso ha sido cada pequeño momento desde que desperté en este mundo. Durante toda mi vida quiero vivir aquí, disfrutar de todo lo que me rodea y sentir como el viento choca delicadamente contra mi cara. No quiero dejar de sonreír, canto de alegría por el bien vivir. En mi interior no puedo parar, quiero descubrir qué hay más allá y todo esto se insinúa en mi forma de caminar, a cada paso que doy más ganas tengo de vivir. Desprendo un aura de felicidad radiante y eso no lo puedo evitar.
A cada minuto que pasa el cielo se oscurece más y pronto anochecerá. Mientras eso pasa, voy caminando, mirando el cielo oscurecer y ver la luna eclipsando los radiantes rayos del sol. Se aprecian millones de estrellas a lo lejos, a las que ojalá pudiera tocar. Gracias, gracias  a la vida, gracias a ella puedo ver la luz del sol por el amanecer y como el sol se va escondiendo muriendo el día. Es algo hermoso de admirar, es una de las cosas más bellas de la vida.
Gracias a la vida que me ha dado una familia que me quiere mucho y me cuida, tengo amigos y amigas en los que puedo confiar. Cuando paso por malos momentos siempre están allí apoyándome, no tengo palabras para agradecérselo. Muchas gracias por todo.
Mientras, me dirijo hacia la playa, en dónde el agua del mar refleja el blanco puro de la luna llena, algo digno de contemplar. Sé que la vida no es siempre hermosa y bonita, y que hay momentos en los que todos podemos estar tristes, pero tenemos que tomárnoslo con calma y serenidad. Tenemos que parar de mirar hacia atrás y empezar a mirar adelante. Nos espera un futuro a cada uno de nosotros y no sabemos lo que nos deparará, tenemos que esforzarnos para hacer que sea aún mejor de lo que esperamos.
Ayudemos a las personas de nuestro alrededor sin pedir nada a cambio, dejemos que la generosidad nos invada y no la envidia y corrupción. Todo esto nos acompaña donde quiera que estemos, aunque no queramos. Nos espera una vida por delante y esta vida es un collar de oro puro. Es valioso, sí, pero no lo tenemos que vender, ni quitarle importancia, porque después de todo, es nuestra bella y apreciada vida. Llena de cosas, buenas y malas, con las que siempre cargaremos hasta el fin de nuestros tiempos.
Por fin estoy en la playa, me dirijo hacia las tranquilas olas que dejan blanca espuma a su destino final, eso una y otra vez, un bucle sin fin. Pongo mis pies dentro de la fría y cristalina agua y tomo aire. Algún día no estaremos aquí para disfrutar de todo esto, nuestro día final llegara, tarde o temprano, sí o sí. ¿Disfrutamos y aprovechamos nuestra preciada vida? ¿O la vamos dejando escurrir entre nuestras manos para dejarla caer? Tal vez no nos damos cuenta de lo rica que es nuestra vida y de que es más importante de lo que creemos. Tal vez nos damos cuenta de eso, cuando sea demasiado tarde para rectificarlo.

Por esa razón, hoy escribo estas palabras para hacer que nos demos cuenta de que la vida es oro, aunque a veces tengamos que esforzarnos para pulirlo. Es oro en bruto, porque detrás de todas las capas de malas pasadas, hay bonitos y preciados recuerdos que guardaremos para la posteridad y que no dejaremos marchar nunca.

Farners Silva
2n A ESO

No hay comentarios:

Publicar un comentario