sábado, 11 de febrero de 2017

LA VIDA ES ORO

Me encontraba yo en un banco, sentado, esperando a que la vida diera un salto y cambiara derrepente...haciendo un giro tan tremendo que pudiera cambiar el mundo. Esperé. Pero yo ya sabía que no iba a ocurrir nada, sabía que las cosas buenas y malas no se podían cambiar. 

Puede que ya no tuviese sentido...la vida. Sin más remota señal de control de sí misma, ni de regularidad. Puede que todo se acabara ese mismo día, en el banco donde estaba sentado, reflexionando y analizando lo que sabía que me iba a ocurrir. 
 
La vida siempre da vueltas, siempre menos a mí. Sé que siempre he sido un chico con mala suerte, pero esto me superaba. Sabía que me esperaban cosas malas. Cosas terribles que me atormentarían hasta la tumba. Ahora no me quedaba nada, nada a lo que querer, nada a lo que odiar. Me quedé solo en un mundo solitario de esperanza. Sin amigos, sin familia, si nadie. 

Puede que ya no haga falta vivir, puede que yo ya no sea útil, puede que ya no merezca vivir. Adiós, adiós a nada a lo que apreciar. La vida es oro 

Jordi Güell
  2n B ESO  



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